Fotografía: Mi padre, Alejo |
Mi capitán
(A la memoria de mi padre, Alejo)
Que
seas verbo, hoy quisiera,
savia
de raíz a la cabeza,
que
fluyeran manantiales en tus venas,
hoy
quisiera.
¿Dónde
estáis luceros brunos? ¿Dónde?
os
reclamo aquí y ahora, mi dote, mi herencia,
me
ha sido arrebatada la esencia.
Lidias
ya en la bóveda celeste:
bravío,
bragao de raza, genio y figura,
así
en el cielo como en la tierra,
vigoroso
en el célico albero ¡ole tu simiente!
Te
anuncian los sonidos de trompeta.
"Dejad
paso": suplican rechonchos querubines,
"El
señor de los relatos hónranos con su presencia".
A
la diestra, siéntanse boquiabiertos y ojipláticos arcángeles
ansiosos
de fresco verbo y buena nueva;
tal
es el magnetismo que desprendes
que
al Todopoderoso dueles, pena.
Con
áurea corona resplandeces, brillas;
calmo
e inerte abrazas a tu dogma;
tú: más creyente; yo:pagana, más que nunca.
Ya
reinas, Capitán, ya reinas.
Asunción
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