domingo, 30 de diciembre de 2018

REMOLACHO


Remolacho

Este toro (fotografía prestada muy amablemente por Carlos León) me trae al recuerdo a otro astado que adquirió mi padre a la cantante de copla Conchita Márquez Piquer que, aunque nació en Buenos Aires, por eso del baúl de su madre, era de nacionalidad española. Fue a adquirirlo, mi padre, a la finca "Hoya de los toriles", propiedad de la coplera ganadera, en el término de Villacastín.
Remolacho, que así se llamaba el morlaco, se mostraba imponente frente a mi núbil mirada. A primera vista, se podría pensar que se trataba de un bravo animal, por sus hechuras limousinas y sus cerca de 1000 kilos de peso, tanto es así, que efectuando el traslado de tamaño monumento, sufrió desperfectos el vehículo, de la marca Avia, que poseía mi padre. Pero, nada más alejado de la realidad, era un museístico y dócil ejemplar digno de ser expuesto, un Ferdinando manso, tan pacífico, que mis hermanos, y yo misma, montábamos a sus lomos como si de un equino se tratara. 
Debió de ser un hermoso espectáculo ver a mi padre erguido y orgulloso cabalgando encima del cuero rojizo de Remolacho, por el recinto de la feria de ganado de Ávila, lugar donde, finalmente, y no sin tristeza, fue vendido el bello toro.

Asunción

viernes, 28 de diciembre de 2018

TRAS LOS GESTOS DE UN GATO


Collage Asunción

Tras los gestos de un gato

Hoy te he visto,
desde mi habitar cautivo,
morabas oculto 
tras los gestos de un gato.
Ensimismada. 
Chispeaban vivarachos tus ojos,
cual fanales encendidos,
al adivinarme confinada
en discreta congoja.
Amanecía
en el abismo de esa mirada
de crepúsculo heredado.
Garbeabas el torso 
inventando coquetos movimientos,
para contento de mis pupilas afligidas.
A ratos, entre zancada y zancada,
devorabas gozoso,
lamiendo en el plato,
las sobras de un festín de antaño.
En un descuido, torpe y tuyo,
acaricié, tiernamente, 
tus barbudos lomos;
qué chistosa recompensa
advertir erizado el pelaje lechoso.
Hoy te he visto,
desde mi habitar cautivo.
Ensimismada.
Morabas oculto
tras los gestos de un gato.



Asunción