que está la lumbre prendida,
y acabaremos los dos
muriendo por las esquinas.
Henchidos de amor ardiente
rasgaremos nuestros trajes,
viajaremos al paraíso
desnudos, sin equipaje.
Será deleitosa aventura,
cabalgaremos sin brida,
nos abrevaremos ansiosos,
sanaremos las heridas.
Degustaremos glotones
las mieles de nuestras bocas,
derretidos en mil besos
viviremos horas locas.
Aves excarceladas
cautivas de brisa y cielo,
coloridas gotas de lluvia,
trino de rapsoda en vuelo.
Asunción
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